31.5.06

Hasta la Vista, Babe!


¡Bola en Mano! 4,256 hits, el mayor número de sencillos que se han conectado en la historia, sin embargo Pete Rose no está en el Salón de la Fama. Roger Maris conectó 61 cuadrangulares en 1961 rompiendo el record de cuadrangulares conectados en una temporada (hasta esa fecha) pero nunca se le reconoció porque el hasta entonces dueño del record, el legendario Babe Ruth, conectó 60 en una temporada de 154 juegos y la temporada de Maris fue de 162 (sin contar que cuando Maris llegó al 61 habían más juegos por que habían muchos más equipos y todos sabemos que mientras más lanzadores vez, más difícil es cogerle el “swing” a los que conoces). Roberto Clemente conectó 3,000 hits, bateó para un porciento de .317 en 18 temporadas, números que hubiesen sido aun mayores de no haber perdido la vida por ayudar a sus hermanos latinos, sin embargo el movimiento por retirar el #21 del baseball en honor a esta leyenda encuentra fuertes opositores por que entienden que ser negro y ser latino es lo mismo y que a Jackie Robinson ya se le reconoció por abrir camino para ambos grupos (obviamente estas personas no tienen idea de lo que es ser latino en EU, ni recuerdan que los números de Clemente opacan en muchos aspectos a los de Robinson). Es una realidad, el béisbol está lleno de injusticias. Y es cuando ocurren esta injusticias que deseo hacerme sentir con mucha más fuerza y por eso no puedo dejar pasar un momento más sin hablar sobre el famoso cuadrangular 715 de Barry Bonds.

En medio de toda la controversia por el alegado abuso de esteroides en las Grandes Ligas, Barry Bonds acaba de pasar a Babe Ruth para colocarse #2 en la lista de mayor cantidad de cuadrangulares en una carrera y sólo a 41 bimbazos de sobrepasar a Hank Aaron como el #1 de todos los tiempos. Fue en 1974 cuando Aaron rompió el record de Ruth establecido en 1935, una marca tan impresionante que tomó más de 40 años superarla. Treinta y dos años más tarde Bonds iguala aquella hazaña y se dispone a sobrepasar los 755 de Aaron, sin embargo la gloria de su gesta ha sido manchada por un asterisco.


Sin entrar en la polémica sobre lo dañino que es el abuso de esteroides (no sólo para la persona, sino para el deporte), me parece que la prensa, la fanaticada y todo aquel relacionado al mundo del béisbol están cometiendo una gran injusticia con Barry Bonds al no reconocer su gesta. Mucho más cuando no existe una VIAGRA lo suficientemente fuerte para que te ponga ese bate a botar las bolas fuera del parque. Y es que la ciencia de botar una bola no tiene nada que ver con cuan fuerte le des. Edgar Martínez uno de los mejores bateadores de los últimos 10 años y que posiblemente será el primer pelotero en ser exaltado al Salón de la Fama por su desempeño como Bateador Designado (para los que no saben del béisbol esto significa que lo único que hacía en el juego era batear) sólo logro colar 309 cuadrangulares en su carrera. Grandes como Ted Williams y Willie Mays no alcanzaron el 700. Y de igual forma héroes más contemporáneos como Cal Ripken Jr. y Tony Gwynn no llegaron ni a los 500 (Gwynn apenas conectó 135 en 20 temporadas). Nadie duda que estos peloteros le daban durísimo a la pelota, pero para botarla no necesitas darle fuerte, tienes que darle de la manera correcta. Y no sólo darle la manera correcta sino las suficientes veces para llegar a esos números. Aquí es que entran los “abogados del diablo” a arrastrar a Bonds al infierno del desprecio alegando que el posible uso de esteroides a ayudado a Barry a mantenerse activo más tiempo para alcanzar los números. De cierta manera hace sentido, hasta que comienzas a ver la otras variables que hacen de la carrera por el jonrón #756 de Bonds uno realmente meritorio.

En 23 temporadas a Hank Aaron lo embasaron 1383 veces, a Barry Bonds en 20 temporadas le han regalado una base 2,311. Esto significa que hasta que conectó su cuadrangular #708 Barry Bonds tuvo 928 oportunidades menos que Aaron de conectar un buen palo. Aparte, la mayoría de sus cuadrangulares fueron conectados en San Francisco, donde los vientos de la bahía soplan en contra de los bateadores y aun así todos hemos visto como la gente espera en Kayaks a que una bola se estrelle contra el agua. Gente, son 20 temporadas desarrollando un “strike zone”, la vista, la disciplina para darle a una bola y la técnica perfecta para empujarla fuera del parque. Es un trabajo de 20 temporadas que en nada tiene que ver con una píldora, un juguito o una inyección. Dejemos que el veredicto sobre su culpabilidad por el uso de esteroides en manos de las autoridades, después de todo, como cualquier persona, él es inocente hasta que se pruebe lo contrario. Detengamos esta sed enfermiza de acabar con la reputación de una persona por un instante y maravillémonos ante el hecho de que estamos ante un espectáculo tan raro como el paso de un cometa. Por que posiblemente este “cometa” no volverá a pasar durante nuestras vidas, al menos de que dentro de unos 20-25 años pase frente a nosotros otro fenómeno llamado Albert Pujols.

15.5.06

El Rey Midas y su toque dorado en el boxeo.



¡Bola en Mano! Con un verdadero “GOLD RUSH” termino el excitante combate De la Hoya vs. Mayorga, cuando Oscar fulminó al supuesto “Matador” con su tradicional avalancha de golpes contra las sogas. Más allá de una importante victoria, para ir dando los últimos toques a la carrera de uno de los púgiles más versátiles de la historia, este combate es muestra viva del legado de emociones fuertes que Oscar impone en el deporte que ama.

No hay duda de que Oscar de La Hoya merece su espacio en el Salón de la Fama por sus habilidades boxísticas pero su impacto en el deporte se hará más latente en el momento que cuelgue los guantes. Oscar es el primero de una nueva generación de “boxeadores inteligentes” que no dejan que los intereses inescrupulosos de manejadores chanchulleros tomen control de su futuro. Oscar es de los peleadores que analiza cada oponente, qué puede ganar, qué puede peder. Un boxeador que reconoce el riesgo de subir a un cuadrilátero y que ese riesgo debe ser bien recompensado. Un boxeador que no ve a sus rivales como un contrincante, sino una ficha clave en todo el andamiaje del deporte y como cada combate no sólo sirve a la gloria del vencedor, sino a la evolución de uno de los primeros deportes celebrados por el hombre moderno.

Y es este cambio de mentalidad el que ha hecho de De la Hoya sumamente famoso y para desgracia de algunos extraordinariamente millonario. Por eso es que Oscar de la Hoya es continuamente criticado por los manejadores de la viaja guardia y los títeres que representan. A ellos les incomoda que exista un púgil así y les incomoda por que las hondas que genera ese toque que el dio, cada vez se hacen más grandes y gana nuevos adeptos. Ese es el verdadero significado detrás del sobrenombre de el “GOLDEN BOY”. No se trata de las medallas olímpicas, no se trata de los campeonatos, se trata de como un boxeador comenzó a hacer brillar cada aspecto de un deporte hundido en sospechas, artimañas y transacciones nebulosas, para devolver el lustre al espacio a que tanto le debe y compensar justamente a las familias que tanto sacrifican para el entretenimiento de todos.

El futuro del boxeo luce dorado, con la caída de la era King y el comienzo de la era de oro de Golden Boy Promotions.