6.5.07

El boxeo está agonizando.



El cinco de mayo es reconocido internacionalmente como la fecha de una de las batallas más importantes en la joven Ámerica. La victoria de la batalla en Puebla, México da fé al espíritu guerrero del pueblo mexicano. Con un significado de tal magnitud, parecía no haber un mejor día para lo que prometía ser otra histórica batalla con uno de los mejores gladiadores de México como protagonista. Sin embargo el 5 de mayo de 2007 se convirtió en prueba fehaciente de por qué el boxeo cada día pierde más adeptos.

El combate entre Floyd Mayweather Jr. y Oscar de la Hoya fue exactamente a lo que los fanáticos del boxeo se han tenido que acostumbrar en los últimos años: un gran show de teatral, lleno de drama y tensión afuera de las cuerdas, pero con pocos “pantalones” al momento de enfrentarse dentro del cuadrilátero. No me mal entiendan, Mayweather Jr. es sin duda el mejor púgil que tiene el boxeo en estos momentos y Oscar de la Hoya a sus 34 años y 5 derrotas todavía puede vender más PPV que 5 Mayweathers Jr. juntos pero nada de eso importa si al momento de la pelea pasan 12 asaltos y nadie se hace daño. El boxeo como negocio tiene que entender algo de una vez y por todas, la gente paga para ver sangre. Tan sencillo como eso. La técnica se aprecia, el show antes de la pelea se aprecia, la buena defensa se aprecia, pero la gente lo que quiere ver son golpes contundentes. Por eso podemos ver un rápido crecimiento de deportes como la UFC en donde atletas de distintas artes marciales se pegan y se pegan duro. Contra eso es que el boxeo está peleando. Ya la UFC entró en el juego de PPV. Ya la UFC se encuentra entre los enventos importantes de Showtime. Dentro de poco espérenlo por HBO y mientras tanto qué pasa con el boxeo. Pasa lo que pasó anoche, un gran número de fanáticos decepcionados por mucho bla-bla-bla y poca acción.

Si a esto le sumas que las grandes figuras del boxeo de hoy como Mayweather Jr. y De la Hoya ya están hablando del retiro, se ve un futuro negro para este deporte por que la próxima ola de estrellas aun no ha madurado. Todavía les falta a los Hatton, Cotto, Margarito para arrancar las emociones que hace unos años arrancaban Trinidad, Chávez o Roy Jones Jr. El boxeo se encuentra en un estado crítico así como se encontró la NBA luego del retiro de los Larry Bird, Michael Jordan y Charles Barkley. Al baloncesto le tomó años hasta que aparecieron nuevas figuras con fuerza. El boxeo todavía no las tiene. ¿Qué nos queda por esperar a los fanáticos de este alicaído deporte? Que experimentos como El Boxeo de Oro de Oscar de la Hoya y otros programas de desarrollo de jóvenes prospectos en el deporte cosechen un puñado de muchachos que no se olviden en como dar un show completo. Esos chicos deben subir teniendo claro una sóla cosa: “Al momento en el que yo entro al ring la gente no quiere verme dar cátedra de la técnica de un deporte, la gente quiere ver una PELEA. “