24.11.07

Miguel Cotto, campeón indiscutible, super estrella cuestionable.

Fue la duodécima campana la que acabo el combate. Los guerreros exhaustos a fuerza de golpes buscaban en los ojos de sus compañeros de trinchera una señal que les dijera que habían sido victoriosos. Al finalizar tres hombres dictaron la setencia que elevaría a un hombre a la gloria y posiblemente al otro a su retiro. Miguel Cotto fue proclamado vencedor de la batalla, continuando de forma exitosa su paso en los libros de la historia del boxeo y en los corazones de todos los puertorriqueños. Ya se escucha el cuchicheo en la calle, “Es mejor que Tito,” “Tiene el tesón de Benítez,” “Es lo mejor que ha dado Puerto Rico.” A mi pueblo le digo, aguanten los caballos muchachos: todavía Cotto necesita probarse más.

No me mal entiendan. Miguel Cotto es un gran campeón. Es un púgil inteligente que sabe adaptar su estilo de pelea a lo que le traiga un adversario. Para un hombre de huesos grandes, posee una excelente velocidad y le gusta pelear detrás de su defensa. Pero lo que hace de Cotto un favorito es su espíritu de pelea. No se quita, siempre está ahí para enfrentar a su adversario. Por otra parte Miguel también goza de un estilo de vida de poca disciplina. En el ring es famoso por su quijada quebradiza (aunque mucho que ha aguantado). Y a todo esto ha sostenido una cantidad de golpes que poco a poco van afectándole en sus próximas contiendas; Ejemplo de esto fueron las viejas heridas del combate de Judah que reaparecieron en su pelea con Mosley. Es esta dualidad de Cotto, la fortaleza de un dios griego, la vulnerabilidad de un mortal, la que hace de sus peleas tan interesantes. Sencillamente no puedes predecir que va a pasar.

Así me sentí durante todo el combate del sábado. En un cha cha chá en dónde el nuestro daba tres pasitos pa’ lante y dos para atrás. Ante un adversario de maña, experiencia, rapidez y poder, Cotto lució como un gran campeón, pero no impresionó. Sugar se le hizo en muchos round un contrincante difícil y hablamos de un hombre de 36 años. Miguel necesita caer en tiempo en este nuevo peso, recibir el reto de algunos primeros clasificados, si quiere un nombre grande que consideré a De la Hoya. Lo que no puede darse el lujo es de enfrentarse al ganador de Hatton vs. Mayweather Jr. Floyd Jr. es un niño, mucho más rápido y fuerte que Miguel. El fanfarrón acabará con el inglés Ricky Hatton y puede despachar a Miguel. Si Miguel quiere lo puede enfrentar más adelante pero todavía es una estrella muy joven que necesita crecer.