4.9.06

Olé, Olé, Olé

La bestia estaba llena de confianza. Muchos matadores ya habían caído víctimas de la fuerza de su embestida. De hecho, hasta ahora no se enfrentaba a un matador que le propinara esa estocada mortal. Ni siquiera cuando entró a la arena a enfrentarse al adorado por las masas, aquel pomposo y joven torero vestido de rojo, blanco y azul, se sintió amenazado. Y así como a todos los que enfrentó antes, clavó al inexperimentado torero y lo sacó de su camino. Ahora sólo quedaba un torero a quién derribar para proclamar su espacio entre los dioses del olimpo. Un contrincante que se paraba fijo con capa y daga en mano pero sangrando por una pierna víctima de una cornada suramericana. Con furia salió el toro griego a acabar a su enemigo sin tomar en cuenta que el arte de darle muerte a una bestia con temple frío es la especialidad de España.


Con una aplastante victoria 70-47 España se impuso al fuerte equipo griego aun sin su máxima estrella, el enebeista Pau Gasol. Un choque entre dos invictos que aunque tuvo su momentos de gloria, careció de la calidad de espectáculo que se presenció en los dos juegos de la seminfinal, España vs. Argentina y Grecia vs. Estados Unidos. La victoria no sólo les da a los españoles su primer título Mundial, sino que les concede un pase directo a las Olimpiadas del 2008.

Sin embargo el banquete de baloncesto que fue la final del Mundial de la FIBA 2006, se convierte en un verdadero dolor de cabeza para las aspiraciones de los equipos americanos para las Olimpiadas. Con la ausencia de un equipo de América en el tope se reducen las plazas de este continente a sólo dos. Con USA Basketball presentando básicamente el mismo equipo y dirigente hasta la cita en Pekín y Argentina que aunque cayó cada vez luce más fuerte podría parecer que equipos como Brasil, Canadá, Puerto Rico, Panamá, México y Venezuela se tendrían que conformar con ser espectadores en la máxima competencia deportiva. Aun así, de la misma manera en que la caída de Gasol inspiró a sus compañeros a ser aun mejor, es el momento de que los países latinoamericanos se reinventen para traer algo nuevo en miras a las olimpiadas y mover nuevamente la balanza del básquetbol a favorecer a América.