Latinoamérica decepcionó.

Los pronósticos no servían de rayo de esperanza a los fanáticos de los países de lengua latina. Con la excepción de la poderosa Argentina, nadie consideraba una apuesta ganadora apoyar a Venezuela, Panamá o Puerto Rico. Brasil, el único país latinoamericano en el Mundial que no habla español, se le nombraba en diversas ocasiones como el equipo que podría dar la gran sorpresa. Aun así nadie esperaba que de los 5 países que presentaron los latinos de la joven América, 4 se fueran en la primera ronda del torneo.

Panamá y su estrella Ed Cota se despidieron del torneo sin saborear el fruto de la victoria. Luego de apuntarse el oro en Centrobásquet y la medalla de plata en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, la actuación de Panamá en el Mundial ha sido un balde de agua fría al orgullo de un equipo que no estuvo ni cerca de ganar un partido. Panamá tiene el talento para crecer como potencia en el baloncesto. Más allá de buscar responsables, es el momento para dirigir todos los esfuerzos a corregir las fallas a las que tanto provecho le sacaron sus oponentes.

Venezuela llegó plagada de lesiones a Japón y aunque su técnico Néstor Salazar prometió hacer los ajustes necesarios para que su equipo pasara la primera ronda, la ausencia de luminarias como Héctor Romero se hizo notar. Venezuela apenas ganó 1 juego, pero perdió todos sus desafíos por un promedio mayor a los 20 puntos. Venezuela deberá trabajar más en el desarrollo de sus jugadores, pues la dependencia en figuras claves les afecta mucho más de lo permisible.

El equipo brasilero batalló cada uno de sus encuentros, sin embargo cayó en 4 de sus 5 desafíos. Considerados como uno de los favoritos a ganarlo todo por su sólida defensa y la calidad de su talento, el quinteto de Brasil hizo quedar mal a todos al no poder pasar la primera ronda en un grupo que no presentaba grandes problemas. Ahora nos quedará esperar 4 años más para ver si Leandrinho Barbosa y Anderson Varejao pueden hacer de su país una potencia tan fuerte en el Baloncesto como lo son en el fútbol.

Finalmente Puerto Rico… ¡HAY PUERTO RICO! El “coach” Julio Toro se retira del timón de la escuadra boricua en una actuación que deja mucho que desear. Poco alabado cuando el quinteto gana y muy criticado cuando todo sale mal, Toro se va ante la mirada de disgusto de un pueblo que nunca reconoció su brillante carrera como técnico. Ahora es el momento de tomar decisiones que podrían muy bien decidir el futuro del baloncesto de la Isla. Algunos apuntan a traer experiencia de afuera, incorporar el estilo europeo al juego de los boricuas. Otros critican la idea de importar estrategas e indican que nuestro sistema ya esta muy americanizado para cambiarlo. Sin embargo nuestras mejores estrellas, se han hecho GRANDES en Europa. De la mano de Carlos Arroyo como el nuevo capitán indiscutible de la Selección, se abre un nuevo capitulo para los que defienden la monoestrellada. El talento joven existe, sólo hay que ver hacia dónde se dirige. En mi opinión, es hora de mirar al otro lado del charco. Ya se trataron todos los trucos de este lado y todavía y no ha sido suficiente para llegar a donde se quiere.